9. Si Dios es bueno, ¿por qué sufre gente inocente?
El problema del mal Todos alguna vez nos hicimos la pregunta: Si Dios es bueno, ¿por qué sufre gente inocente? En realidad, es un cuestionamiento que ha acompañado al ser humano a lo largo de su existencia, y cada tanto resuena en su interior, según las experiencias que le toque vivir. Vemos algunos autores, (hay muchos más), que trataron de encontrar una respuesta para esta inquietud. San Agustín (354 – 430): el mal no tiene ser propio. La raíz de esta respuesta es de fe: porque el ser de todas las criaturas tiene su origen en Dios, es bueno. De ahí que el mal no tenga ser. El mal es contra la naturaleza, porque toda naturaleza, en cuanto tal es buena. El mal es una caída de la esencia, un caerse de la propia naturaleza, de la propia medida, del tipo de ser que a una criatura le corresponde; un salirse del orden. Así, el mal es una tendencia del no ser, es carencia, corrupción o privación de un bien. Desde aquí que san Agustín da una respuesta teológica a